En un laboratorio químico, encontramos gran variedad de instrumentos y artefactos, usados para distintos fines, que van desde la mezcla de dos o más compuestos hasta la elaboración de algunos compuestos mucho más complejos.
Tal es el caso del Serpentín o tubo refrigerante. Existen otros tipos de utensilios que funcionan indirectamente en la fabricación de dichas formulas, bien sea en la medición de tiempo, del espacio o la temperatura.
En estos casos se utilizan enfriadores o refrigerantes como el que estudiaremos a continuación
¿Serpentín o tubo refrigerante?
El Serpentín o tubo refrigerante es por lo general un tubo frecuentemente elaborado en bronce, ya que conduce el calor con más facilidad, tiene forma de espiral es utilizado para regular las temperaturas de algunos compuestos químicos, bien sea para enfriar o calentar.
En otras palabras, el serpentín es un aparato capaz de intercambiar las temperaturas de los compuestos con los que entra en contacto, es decir, puede transformar la temperatura del mismo, de frió a caliente o viceversa.
Usos del serpentín
El serpentín es utilizado comúnmente para el enfriamiento de algunos vapores productos de la destilaciones, desde la antigüedad se ha empleado para la destilación de bebidas alcohólicas.
Pero actualmente, el serpentín no solo se emplea en la elaboración de licores, sino que su uso se ha extendido a laboratorios químicos, en donde se trabaja con cualquier proceso de refinado, bien sea de derivados del petróleo o de cualquier producto químico.
No solo se utiliza para calentar o enfriar líquidos, también se pueden usar en los procesos químicos donde intervienen algunos gases, tales como la destilación, donde se enfría el vapor caliente, para obtener líquidos.
También pueden utilizarse para controlar o disminuir la velocidad con la que emanan los vapores, para conseguir separar los componentes del destilado.
¿Cómo funciona el serpentín?
El serpentín por ser un equipo intercambiador de la temperatura, necesita un refrigerante en los casos donde haya que disminuir la temperatura a cualquier compuesto. Cuando el líquido o el vapor tienen contacto con el serpentín, este inicia su trabajo.
Gracias al líquido refrigerante que se encuentra en el interior del serpentín, el compuesto que entra al mismo empieza a bajar de temperatura, y al culminar su recorrido es conducido nuevamente a las cavidades de donde se originó.
De esta manera, el serpentín asegura el buen funcionamiento de cualquier maquinaria o el buen estado de algún compuesto con el que esté trabajando o que se encuentre bajo observación en un laboratorio.
